Sin permiso, por favor.

"El mundo moderno no será castigado; es el castigo"

Salón «Mi Empresa»

Posted by Proyectos LIJO en 18 febrero 2011

Los pasados días 15 y 16 de febrero, acudí a un salón celebrado en el palacio de congresos de Madrid, llamado Salón Mi Empresa.

 

Acudí para quemar los últimos cartuchos en la búsqueda de financiación para mi proyecto empresarial. Un proyecto de futuro, que tiene como base, desde la convicción personal de que nuestra tierra tiene mucho que ofrecer al mundo, la puesta en valor de los productos de nuestra tierra. Como se trata de una fábrica de cerveza natural de elaboración artesanal, en este caso el producto que se pone en valor es el cereal de Tierra de Campos y el lúpulo de la ribera del río Órbigo en León.

 

En este salón, me encontré con gente dispuesta a sacar adelante proyectos de todo tipo, algunos muy interesantes, otros ya avanzados en busca de una financiación extra para seguir creciendo. Pero lo que más me llamó la atención, es la gran afluencia de proyectos vinculados directamente con la red de redes. Se podría decir que el 70% de ellos tenían que ver en mucho o en parte con el desarrollo de plataformas, «software», y negocios a través de la red. Del otro 30%, casi la totalidad de ellos, tenían que ver con el desarrollo de nuevas tecnologías aplicadas a diferentes campos: Desde la medicina hasta el deporte.

 

El uso de anglicismos vinculados al lenguaje económico me resultó aturdidor, pues no estoy acostumbrado a escuchar palabras o siglas que no sé qué significan: Bussines Angel, CEO, Start Up, Cloud, y un largo etcétera, que me hizo sentir como pez fuera del agua.

Otra de las cosas que me resultaron inquietantes, es la fuerte presencia de la mentalidad liberal que nos ha llevado a la crisis: Para muchos de los allí presentes, tanto emprendedores como inversores, todo lo que está fuera del mercado no sirve. No hay lugar en ese salón para proyectos de empresa social o para proyectos que, como el mío, pongan por delante de la competitividad del capital, la ilusión y la admiración por las cosas bien hechas.

 

En conclusión: Un salón dedicado casi en exclusiva a hablar sobre proyectos de fuerte crecimiento, en los que conseguir la más alta rentabilidad en el menor tiempo posible, en los que la internacionalización se ve como la única y exclusiva baza de éxito y prestigio. O lo que es lo mismo: Incidir en todo aquello que nos ha llevado a la crisis económica actual. Ahora ya no es el ladrillo, sino las TIC, y volveremos a ver, en un espacio de tiempo indeterminado, una nueva crisis de la economía en los sectores mencionados, al estilo de aquella que en los primeros pasos del siglo XXI, se dio en llamar «Crisis de las punto com».

Solo me queda decir que, por supuesto, no conseguí la financiación para mi proyecto. Ni siquiera vías de poder conseguirlo en los próximos meses. Siento que no era un lugar que estuviera planteado para proyectos como el mío, y es de justicia pedir a la organización que, en próximas ediciones del Salón, guarden espacios para aquellas entidades que estén interesadas en algo más que en la alta rentabilidad inmediata, y apuesten por proyectos que tengan otros valores añadidos al margen de los económicos.

 

Aun así, me alegro de haber asistido, pues he podido conocer de cerca eso que llaman «economía de mercado» y también a un puñado de personas que, como yo, tienen otra visión de lo que puede y debe ser la economía al servicio del Hombre, y no al revés.

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